jueves, 12 de enero de 2012

Sobre la felicidad y otros enriedos


Analicé seriamente una realidad impregnada en mi este último tiempo.
Me siento infinitamente feliz cuando hago feliz a alguien más que hacerme feliz a mi misma. Es bueno pero a la vez peligroso, por no pensar en mi bienestar. Creo que es por eso que no logro superar ciertas cosas de mi vida.

A qué me refiero con ésto. Que priorizo el bienestar del otro antes que el mío. Si mi felicidad afecta la felicidad del otro, voy a priorizar la de éste último por verlo feliz y no ocasionarle ningún problema.
A pesar de que mi mente me avisa muy en el interior que cierta cosa me hace mal, el hecho de pensar "pero a él/ella la hace feliz, por lo tanto debería estarlo" hace que la calle y la ignore.
Ahora, ¿Hasta que punto es peligroso ésto? ¿No deberiamos amar al prójimo para ser felices también? Si y no.
Teoricamente debería ser así, osea que si a mi me hace feliz hacer feliz a la gente, a la gente debería hacerle feliz el hecho de hacer feliz a otra gente, entre los cuales debería estar yo. Entonces, ¿Dónde falla?
En que a la gente,o a la gran mayoría, no le importa el bienestar del otro, solo el propio. Lo cual está bien y está mal.
Está bien ser un poco egoista, porque, Si no nos queremos a nosotros mismos ni nos cuidamos ¿Quién va a hacerlo por nosotros? Y EN ESE PUNTO es cuando la cosa empieza a estar mal.
¿Por qué a nadie le importa un pito el otro? ¿Por qué no acuden a las necesidades del otro cuando no les cuesta nada? ¿Por qué esa desesperación por pisotear? Fácil, para llegar a la "cima de la vida" (la cual en el 90% de este mundo es representada por niveles económicos más que logros personales o, mismo, bienestares ofrecidos)
Los animales luchan por sobrevivir de ser comidos por otros, los cuales los comen por necesidad de vivir.

Nosotros somos humanos, no? Y si lo somos, tenemos conciencia, valores, ética, moral, e incluso una religión que nos guía por el camino para ser buenos y no joder a nadie. Y si no hay religión, esta todo lo anteriormente nombrado que es lo mismo.
Si tenemos todo eso, por el amor propio que deberíamos tenernos y que yo ya hoy no tengo, ¿POR QUÉ EN VEZ DE LUCHAR PARA SOBREVIVIR LUCHAMOS POR TENER MÁS Y MÁS SIN IMPORTAR EL OTRO?

Y ahí es cuando descubro por qué existe mi amor desinteresado por los otros más que por mi misma. Para romper esa cadena viciosa y sentirme feliz de aportar a algo puro que no todos adoptan.
Y es triste empezar a olvidarme de mi, porque lamentablemente hoy en día, queriéndome es la única manera de sobrevivir a este mundo que muchas veces me revuelve el estómago. Pensando en mi puedo salvarme de cosas que me van a molestar y escaparme de situaciones que no quiero vivir.
Quizás también es un pedido desesperado de sentirme querida justo en el momento que lo necesito, cuando me desbordan, cuando no entiendo para donde correr.

Probaré mi suerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario